A Ponferrada me voy

[Escrito por Suso de Eslovanco. Colaboración para Chasquidos]. "A Ponferrada me voy", pensará la expedición de la Unión Balompédica Conquense que este fin de semana visita El Toralín, el estadio de la Deportiva Ponferradina. "A Ponferrada me voy" cantan los aficionados bercianos como forma de animar a los suyos desde hace algún tiempo. En consonancia con la Rianxeira que hace no mucho acompasaba el juego vistoso del Celta de Vigo en Balaídos, la canción ponferradina por antonomasia también sirve ahora como himno popular de la Deportiva, sobre todo desde que el año pasado se codease con conjuntos de renombre en la Segunda División del fútbol español.
"Fútbol, pasión de multitudes", repite un conocido narrador deportivo. Y, efectivamente, el fútbol se convirtió el año pasado en devoción de miles de almas bercianas cuya ilusión y ganas chocaban cada semana con la cruda realidad de un descenso anunciado. El concurso de la Ponferradina en la Segunda División sólo duró un año, pero pudo haber sido suficiente para inyectar la pasión del fútbol en la población. En sólo unos años, el club ha cambiado un vetusto campo del extrarradio por un moderno estadio a tiro de paseo desde el centro neurálgico; y eso también ayuda a fidelizar a la afición. Ahora sólo falta que un equipo concebido para regresar la próxima temporada a la categoría de plata del fútbol nacional haga el resto.
El comienzo ha sido esperanzador. Dos cómodas victorias anteceden al partido que, tradicionalmente, la Ponferradina juega en casa en coincidencia con sus Fiestas de La Encina, la patrona del Bierzo. Y a la propia Virgen de La Encina se dirigen los ruegos de "A Ponferrada me voy", que pide a la patrona intercesión para que llueva, "que se secan los pimientos". El equipo blanquiazul conserva apenas la columna vertebral de la plantilla del pasado, a la que ha unido un buen número importante de fichajes, algunos de relumbrón con el ex realista Óscar de Paula y otros de momento poco conocidos por estos lares. Pregunta Anselmo Cobirán si la coincidencia del partido con los festejos afecta al rendimiento deportivo, y en un breve ejercicio de memoria los precedentes no arrojan conclusiones definitivas (aunque no suelen ser partidos fáciles). Así pues, la Deportiva se encomendará a la Morenica (nombre popular de la Virgen de La Encina) y a la fantasía de futbolistas como Rubén Vega para que el milagro del fútbol se obre de nuevo en Ponferrada.

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Hemeroteca: 'El Equipo del Presidente'. Por Suso de Eslovanco.