Diente por diente
Un dentista y un fontanero intercambiaron sus vidas. Ambos estaban mal vistos por sus compañeros de profesión porque carecían de escrúpulos y se aprovechaban de los clientes que no sabían nada ni de tuberías ni de odontología para cobrarles más de lo que costaban en realidad sus servicios.
Un día al fontanero le dolía una muela y al dentista se le inundó la casa. El fontanero llamó al dentista para calmar su dolor y el dentista al fontanero para que le arreglara las tuberías. Les salió carísimo, pero no se dieron cuenta de la estafa hasta que se devolvieron sus respectivas vidas.
Un día al fontanero le dolía una muela y al dentista se le inundó la casa. El fontanero llamó al dentista para calmar su dolor y el dentista al fontanero para que le arreglara las tuberías. Les salió carísimo, pero no se dieron cuenta de la estafa hasta que se devolvieron sus respectivas vidas.
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