NUEVA TEMPORADA EN CHASQUIDOS. ANSELMO COBIRAN HA REANUDADO LAS PUBLICACIONES TRAS SU DESCANSO DE VERANO

viernes, agosto 31, 2007

Fe por taquilla

¿Qué piensa un creyente cuando tiene que pasar por taquilla para acceder a una catedral? Pues según se mire. Unos recuerdan con indignación el pasaje bíblico en el que Jesús expulsa a latigazos a los mercaderes por profanar el templo al hacer negocios en su interior y pagan de mala gana o directamente optan por quedarse fuera, pero también los hay más comprensivos con la Iglesia que no se escandalizan por tener que comprar una entrada.


En Cuenca se cobra la entrada a su formidable catedral, aunque el pase es gratuito en determinadas horas y días de mes. Si las comparaciones son odiosas, puestos a provocar, entonces que les parecerá a los conquenses que el precio de la entrada a su catedral sea más barato que la de Toledo, que cuesta casi el doble, la de Cádiz, Granada, Ávila o Palencia, por ejemplo. Quien tenga curiosidad puede contrastar el precio de la entrada a las distintas catedrales consultando la web oficial de turismo de España.


El debate sobre cuál es la catedral más bonita del mundo es de lo más recurrente, como hablar del tiempo. Hace años me sentí un privilegiado al merodear en el tejado de la catedral más hermosa que he visto en mi vida, la de Santiago de Compostela, porque por entonces el acceso a las cubiertas todavía no estaba abierto al público y sólo unos pocos podían subir a ellas. Ahora creo que se organizan visitas guiadas de pago a estas alturas, su museo también es de pago, pero entrar a esta catedral es gratis, por fortuna para los peregrinos que de otro modo tendrían que rascarse el bolsillo al llegar con los pies llenos de ampollas por el duro camino que recorrieron para llegar hasta su meta.


En Santiago conozco gente que se queja de que el trasiego de turistas le perturba mientras reza. Al cobrar entrada a una catedral se intenta separar la actividad turística de la de culto para evitar este tipo de molestias y con la recaudación puede costearse parte del gran esfuerzo económico que supone mantener el Patrimonio que se atesora en el templo, pero tengo mis dudas sobre si es coherente con la fe.


A menudo escucho este comentario: "!Mira cuántas obras de arte de incalculable valor tiene la Iglesia en el Vaticano. Si las vendiera y donara todo ese dinero se acabaría el hambre en el tercer mundo!". Pura demagogia. La Iglesia hace una labor social formidable y merece financiación para sostenerse, aunque para ser franco entiendo con todo mi respeto que las puertas de una catedral deberían estar abiertas y sin taquilla.

"Frente a quienes practican la intolerancia, desprecian la convivencia, no respetan las instituciones ni las normas elementales de una ordenada libertad de expresión", Anselmo Cobirán advierte de que en este blog no se consentirán comentarios de carácter ofensivo.