Un snob en la butaca

Sala de cine a oscuras. La pantalla proyecta una tenue luz intermitente. El acomodador acompaña a un snob y le indica el camino con una linterna que parpadea.

ACOMODADOR (agitando la linterna). Las pilas se están acabando. Siempre me dejan tirado en el peor momento. Esté atento, no se vaya a caer.
SNOB: Descuide.
ACOMODADOR (enfocando al pecho del snob): Veo que no lleva palomitas.
SNOB (deslumbrado se indigna): ¿Por quién me ha tomado? Qué ordinariez tomar palomitas. Yo vengo aquí a ver la pelicula, no a atiborrarme a maiz tostado.
ACOMODADOR (hablando para si). Pues vaya un tio raro.
SNOB (más indignado): ¿Qué ha dicho?
ACOMODADOR: Cosas mías. Tenga cuidado.

El Snob se tropieza.

SNOB (se aprieta el tobillo en el suelo): Creo que me he torcido un tobillo. Me duele muchísimo. Necesito que me vea un médico. Quiero salir.
ACOMODADOR: Pero entonces se perderá la película.
SNOB (retorciendose de dolor). Al diablo la película. ¡Quiero salir inmediatamente!

El Snob se levanta a duras penas y se dirige a ciegas hacia la salida cojeando.

ACOMODADOR (enfocándole con la linterna). ¡Qué hace usted!
SNOB: Salir.
ACOMODADOR (autoritario). Enséñeme la entrada.
SNOB (contrariado). ¿Hace falta entrada para salir?