NUEVA TEMPORADA EN CHASQUIDOS. ANSELMO COBIRAN HA REANUDADO LAS PUBLICACIONES TRAS SU DESCANSO DE VERANO

jueves, mayo 10, 2007

Lujo sobre ruedas

Un comité de cerebros encontró la solución para abaratar la vivienda que el Gobierno estaba buscando desde hace años. El Comité de Cerebros reunió a las cabezas más brillantes del pais, era una pandilla de genios o de locos de atar, quien sabe. En efecto su solución surtió efecto y en poco tiempo las viviendas se pusieron a un precio asquible, hasta el obrero más humilde podría comprarse una, pero sucedió un fenómeno que los genios no habían previsto. El precio de las viviendas bajó, pero a la vez el de los vehículos subió como la espuma.


Entonces todo el mundo tenía una vivienda o más en propiedad. Los ricos ya no eran los promotores inmobiliarios o los constructores, sino los dueños de los concesionarios. Los alcaldes ya no hacían la pelota a los constructores y dedicaban todos sus mimos a los concesionarios.


Los genios del comité de cerebros se tiraban de los pelos. Habían logrado abaratar la vivienda, pero los vehículos costaban tan caros como antes una casa. Los partidos se pusieron de acuerdo para reformar la Constitución e incluyeron un artículo en el que se reconocía le derecho a un automóvil digno. La clase media tenía que empeñarse para compra un coche.


La gente tenía vivienda en propiedad con garaje, pero vacía porque al precio al que estaban los coches no podían permitírselo. Los coches se convirtieron en objeto de codicia, aunque se averiasen, y los bancos contrataban hipotecas-auto para adquirirlos, pagando a veinte o treinta años de plazo. Los jóvenes amantes de la velocidad que podían permitrise el lujo de comprar un coche no terminaban de pagarlo hasta que se convertían en carcamales que no metían nunca la cuarta por temor a estrellarse.


Los coches alcanzaron unprecio tan alto que el tráfico se redujo de manera drástica y en muchas ciudades los atascos pasaron a la historia porque eran muy pocos los que circulaban por las calles.


El Comité de Genios no sabía que hacer, pero mientras buscaba la solución, propuso al Gobierno que elevase las penas a los ladrones de automóviles. Las autoescuelas se arruinaron.


Los ricos compraban decenas de coches para especular con ellos porque al revenderlos obtenían un cuantioso beneficio y los guardaban en enormes garjes donde permanecían durante años sin moverse. En cambio, los obreros se iban andando al trabajo porque no tenían dinero para comprarse un coche.

"Frente a quienes practican la intolerancia, desprecian la convivencia, no respetan las instituciones ni las normas elementales de una ordenada libertad de expresión", Anselmo Cobirán advierte de que en este blog no se consentirán comentarios de carácter ofensivo.