NUEVA TEMPORADA EN CHASQUIDOS. ANSELMO COBIRAN HA REANUDADO LAS PUBLICACIONES TRAS SU DESCANSO DE VERANO

viernes, mayo 18, 2007

El ladrón de ideas

Anoche marqué el 091 para avisar a la policía de que me habían robado una idea. Estaba tan nervioso que tartamudeaba al teléfono.
Pasó un rato que se me hizo eterno hasta que la Policía se presentó en mi casa.

- Me han robado una idea.
- ¿Está seguro? ¿No se le habrá perdido? -preguntó el policía.


Caramba, pues el policía me hizo dudar, pero creo que no. Hice memoria y no encontraba la idea por ninguna parte. Estaba seguro de que la idea no se me olvidó, perdida en la memoria, sino que me la habían robado.



- ¿Cuándo fue la última vez que la vio?



El Policía era muy perspicaz, pero no me acordaba de cuándo pensé por última vez en la idea. Me quedé en blanco, sin saber responder, hasta que recobré la lucidez y le comuniqué al policía que estaba dispuesto a denunciar. Menudo soy yo, a mi las ideas no me las roba nadie. Espero que el peso de la Justicia aplaste a quién me la arrebató.
El Policía asintió y me indicó que tenía que acompañarle a la comisaría para formalizar la denuncia, pero me recomendó que antes pasara por la oficina de ideas perdidas por si se daba la casualidad de que allí hubiera ido a parar la mía. Le hice caso.
Montamos en una patrulla y al llegar a la comisaría me dirigió hacia un cuarto acristalado. Era la oficina de ideas perdidas. Rebusqué con desesperación entre una infinidad de ideas que se amontonaban en esta oficina, pero ni trasto de la mía.
No soy de piedra y cuando alguien descubre un objeto perdido puede asaltarle la tentación de apropiárselo, pero las ideas que me encontré eran malísimas y no me interesaba ninguna. Sospeché que en realidad no eran ideas perdidas, sino más bien abandonadas por autores que se avergonzaban de ellas.
La oficina de ideas perdidas tenía una atmósfera cargada. Las ideas son como los libros, atraen mucho polvo.

"Frente a quienes practican la intolerancia, desprecian la convivencia, no respetan las instituciones ni las normas elementales de una ordenada libertad de expresión", Anselmo Cobirán advierte de que en este blog no se consentirán comentarios de carácter ofensivo.