Viste igual que tú

En un viaje reciente a Santiago de Compostela presencié cómo unos alborotadores irrumpían en una tienda Stradivarius, ya saben la cadena de ropa para chicas del grupo Inditex (el mismo que Zara). Una tienda muy mona con maniquíes sexys en el escaparate ambientada como una discoteca con un hilo musical marchoso que no para de sonar. No pude ver las caras de los manifestantes porque las llevaban tapadas con una máscara, pero supongo que serían esos jóvenes idealistas que dedican sus años de universidad a movilizarse por causas reivindicativas. Repartían panfletos a la clientela, sorprendida por su aparición, y uno de ellos, megáfono en mano, gritaba consignas contra el "terrorismo laboral". Grandes grupos textiles como Inditex han tenido que defenderse de acusaciones de explotación de mano de obra contra la que protestaban estos jóvenes enmascarados en la capital de Galicia.

La ropa de las tiendas del grupo Inditex (Pull and Bear, Zara, Massimo Dutti, Often...) tiene un diseño atractivo y a un precio asequible, pero evito comprarla porque si me la pongo sé a ciencia cierta que me voy a cruzar con demasiada gente que lleva una prenda igual. En la calle, en un pub tomando una copa, en el ascensor, en el trabajo... La coincidencia es tan frecuente al vestir estas marcas que llega a ser rídicula y da igual que a menudo se renueven los modelos porque se venden como rosquillas y es inevitable que se repitan. Lo mismo pasa con otras cadenas como Mango, que del éxito que tiene ha terminado por uniformar a las mujeres porque muchas compran en sus tiendas los mismos modelos. En Cuenca la tienda de Mango, un poderoso imán para ellas, está ubicada en uno de los mejores locales comerciales de toda la ciudad, en la zona que se conoce como el Xúcar, porque allí existía antes un cine que se llamaba así, una referencia habitual para citarse.

No hace falta recurrir a las firmas de alta costura. Allá va un sencillo consejo de moda: la ropa de una modesta tienda de barrio es más exclusiva que la de una multinacional superventas. Es la distinción del pequeño comercio.