La ciencia de la sonrisa
El teatro es un goce para mí. Subir a un escenario es el equivalente artístico de la cocaína. Es una de las principales motivaciones de mi vida, difícil de expresar con palabras. Creo que, si tuviera que pagar para actuar o dirigir, robaría un banco enseguida.
- ¿Cuántos actores participan en esta compañía?
Dieciséis.
- Uno de los objetivos de su compañía teatral es recuperar obras que hayan podido caer en el olvido. ¿Qué obras le gustaría rescatar?
Algunas interesantísimas de Benavente. Sin embargo, me estoy dedicando principalmente al humor, que tiene mejor salida y que me gusta especialmente.
- ¿Le interesan los llamados procesos de casting? ¿Cómo se busca al actor que mejor encaja con un personaje?
Buscar a un actor para un personaje es algo privativo del cine y no da buenos resultados. El teatro requiere actores versátiles, que puedan hacer cosas diferentes. De otro modo, sólo consigues encasillamiento o malos actores que dan el físico. He de añadir que los directores de cásting me parecen hoy por hoy lo peor de la profesión. Vemos series donde todos los actores son iguales, evidentemente porque eran el tipo que le gustaba al que los seleccionó.
- ¿Qué cualidades valora en un actor?
Dedicación. Poca gente hay tan mala que no actúa bien si se lo propone. Existe un componente de talento innato, pero casi todo se puede aprender. También han de ser conscientes de sus capacidades y mejorarlas diariamente.
- En teatro el público manda y determina el destino de una obra. ¿En qué gestos de los espectadores se fija más cuando observa un patio de butacas?
- Se conocen iniciativas para aprovechar las posibilidades didácticas del teatro. ¿Su experiencia teatral le sirve de ayuda en la docencia?
Obviamente, y no sólo en las materias relacionadas con la actuación. Enseñes lo que enseñes, tu modulación de voz, tus gestos y el énfasis te ayudan a mantener la atención del alumno y a que se quede con lo que tú quieras que se quede.
- ¿Se ha quedado con las ganas de publicar alguna obra? ¿Cómo se lleva con las editoriales?
Todos los que escribimos nos quejamos de las editoriales, y con razón. Y todos tenemos manuscritos en un cajón. En las editoriales hay becarios que tiran a la papelera manuscritos abyectos y geniales por igual. Sin recomendaciones o sin ser famoso de televisión es difícil que te hagan caso.
- ¿Cómo ha influido en usted la figura de su abuelo? Me refiero tanto en el campo personal como en el literario.
Profesionalmente no me ha ayudado en lo más mínimo, no me ha abierto ninguna puerta. En lo literario, implica un referente constante que me hace intentar superarme, para no parecer muy malo en comparación, para mantener la dignidad del apellido. En lo personal, por supuesto, es un orgullo.
- ¿El sentido del humor se hereda?
No genéticamente, pero sí por la educación. La manera en que tus padres te hablan desde pequeño modela tu manera de expresión y también la forma de ver la vida.
- ¿Cómo fue la experiencia de Jardiel Poncela en Hollywood de los años treinta? ¿Se sentía a gusto en ese ambiente?
No le gustaban los EE.UU. por demasiado materialistas, pero pudo hacer cosas que en España hubieran sido inconcebibles (como rodar una película en verso, ya que fue el primero que lo hizo). Tristemente hay que reconocer que se fue a Hollywood para ganar dinero.
- Me salgo del guión sensato de la entrevista para preguntarle qué le parece Penelope Cruz como acriz a usted que tiene experiencia en el teatro. Lo pregunto porque lo que quiero decir es: ¿Hollywood ya no es lo que era en los años treinta?
Penélope Cruz llegará a ser buena actriz dentro de muchos años y después de mucho actuar, como le hubiera sucedido a cualquier otra chica en su situación. Hoy por hoy no es buena y es triste que nos la vendan como buena. Hay (me consta) gran cantidad de excelentes actrices en el paro, mientras que el cine está monopolizado por muy pocos y algunos muy malos (los Eduardos Noriegas, por ejemplo). Hollywood quiere ahora exotismo latino de Banderas y Cruz y es un elemento de venta. En los años treinta también Hollywood promocionó a malos actores, no lo olvidemos.
- ¿Qué siente al poner en escena una obra de Jardiel Poncela? ¿Qué obra entrañó mayor dificultad para llevarla a la escena?
Responsabilidad, pues son de las más difíciles de montar. Si el ritmo no es el adecuado, si va un poco más lenta o rápida de lo que debe, se pierden los efectos. “Madre, el drama padre” fue la más difícil, pues casi todos los personajes coinciden en escena.
- ¿Está de moda el teatro de Jardiel Poncela?
Nunca ha pasado de moda, relativamente. Lo que sucede es que, por sus muchos personajes, es caro de montar. Es más barato hacer Cinco hombres.com. Pero Jardiel no es teatro típico ni de oportunidad, por lo que se seguirá representando. El número de compañías aficionadas que lo hacen es abrumador.
- ¿Qué concepto tenía en realidad Jardiel Poncela de las mujeres? ¿Le parece justo que le adjudicarán el calificativo de misógino? ¿Cómo se lo explica?
Jardiel vivió rodeado de mujeres, a las que adoraba. No fue misógino: habló igualmente mal de los dos sexos. Dijo: “Lo peor que hay en el mundo son las mujeres... si se exceptúa a los hombres”. Lo que sucede es que los hombres no han protestado y las mujeres, sí.
- En la televisión abunda el humor chabacano, que no falta tampoco en la radio. ¿Dónde busca el humor de calidad?
Lo hay: Eduardo Mendoza, sin ir más lejos, tiene obras magníficas. Y en autores anteriores también abunda: desde Lope a Dostoyevski. Lo que sucede es que el humor se ha considerado siempre algo inferior y no se le ha dado mucha importancia. Se habla de la generación del 27 y sólo son poetas: Ramón o Jardiel no aparecen.
- Cultivar el humor me parece una aspiración arriesgada porque no existen recursos infalibles para hacer gracia.
Con perdón: sí existen, y están estudiados. Los hay más sutiles y más burdos. No hay seguridad de que algo hará gracia a todos, pero sí a algunos. Todo estriba en saber para quién se escribe y cómo. Jardiel dijo que el humor no es un arte, sino una ciencia, precisamente porque sus procedimientos estaban comprobados por pensadores, desde Aristóteles hasta Schopenhauer, Bergson, etc.
- ¿Cuáles son sus recursos humorísticos favoritos?
El cambio súbito de nivel, los diversos juegos de palabras, el absurdo, la sorpresa, la interpolación de elementos culturalistas, la desmitificación de la parodia y muchos más que sería prolijo mencionar.
- ¿Que momento atraviesa hoy la literatura de humor?
Malo: todo son refritos de monólogos de humor, consistentes en concatenación de chistes manidos. Humor sexista (los hombres no bajan la tapa del retrete y cosas así.)
- ¿Cuándo y por qué se le ocurrió escribir su blog Humoradas?
Lo inicié hace un año, aproximadamente, por consejo de un amigo. Me sirve como ejercicio literario, foro de expresión, terapia de complejos, etc.
- ¿Qué le ha aportado el escribir un blog con constancia? ¿Le resulta gratificante?
Saber que unas cuantas personas detienen su vida todos los días durante cinco minutos para ver lo que he escrito, es altamente gratificante. La obligación que me impuse de hacerlo a diario ha aumentado geométricamente mi facilidad de escribir y mi imaginación, aunque esté feo decirlo.
- ¿El humor es poderoso? ¿Funciona contra la estupidez como propone el encabezamiento de su blog?
Es un arma poderosísima. Cualquier ataque salvaje asusta menos que el ridículo. ¿Por qué, si no, fue Quevedo a la cárcel por sus sátiras? Porque puede ser demoledor, si se emplea bien.
- Por cierto, ¿qué hay de verídico en su artículo titulado Crash como superviviente de un accidente de tráfico en el que denuncia el comportamiento de los servicios de emergencia? Siento el percance y espero que ya esté recuperado.
Puedo jurar por lo más sagrado que no hay ni un ápice de exageración: al contrario, quité bastante yerro al asunto. No niego que haya muchos profesionales magníficos, pero yo no tuve la suerte de encontrarlos.
- El debate sobre la educación a veces se centra en temas polémicos como la conveniencia de impartir la asignatura de religión, pero al margen de ello. ¿Reformaría la enseñanza de la literatura?
La literatura se ha enseñado siempre mal. ¿De qué me sirve a mí saber que el Marqués de Santillana nació en Carrión de los Condes o dondequiera que lo hiciera? ¿Cómo se puede pretender que un chaval de doce años aprecie el Quijote? Así se aleja al alumno de la lectura. Todos sabemos que esto ha sucedido. Luego, los profesores recomiendan libros pésimos, no acordes con la edad y los gustos. Hay libros muy adecuados que nadie recomienda.
- Parece un tabú criticar a autores consagrados de la litetatura, pero usted lo hace con ironía y en su blog parodia obras consagradas. No me diga que eso no es atrevido. ¿Azorín es aburrido? ¿Shakespeare escribió bodrios además de obras maestras? ¿Qué opina?
Me refrendo en mis opiniones sobre esos dos señores y otros. Seamos sinceros: ¿quién lee a Azorín sin trabajo?
- ¿Le ha marcado carácter el adentrarse en una cultura que se presume muy espiritual como la de la India?
Obviamente ha dado a mi persona una dicotomía, lo cual es siempre enriquecedor.
- ¿Cómo es el sentido del humor en la India? ¿Cree que lo entendería un español?
Es muy semejante y lo entendería perfectamente. Recordemos que son un pueblo indoeuropeo, con unas tradiciones culturales básicas no muy diferentes.
- ¿Cuáles son sus próximos proyectos profesionales, en especial los literarios?
Intentaré publicar lo que pueda; escribir es algo que ya hago sin parar. Realmente me parece maravilloso el que alguien te pague por poner palabras en un papel. Pero, más que el dinero, no que buscaría sería la justificación para seguir escribiendo, cosa que me fascina.
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