NUEVA TEMPORADA EN CHASQUIDOS. ANSELMO COBIRAN HA REANUDADO LAS PUBLICACIONES TRAS SU DESCANSO DE VERANO

miércoles, diciembre 20, 2006

Cuenca 2015

Una pitonisa usó su bola de cristal para viajar al futuro y se plantó en la Cuenca del 2015. Apareció un andén de la estación del AVE. Entonces llegó a toda pastilla un tren procedente de Madrid. Justo a tiempo. Cuarenta y cinco minutos, ni uno más ni uno menos, lo prometido en el billete. La adivina quería desplazarse al centro de la ciudad, pero la estación estaba a varios kilómetros de distancia, demasiado lejos para ir andando, y convenció a un joven que se apeó del vagón para compartir un taxi. Salieron al exterior y esperaron varios minutos, pero no se acercó ninguno. El joven, que era natural de Cuenca, no se sorprendió. Estaba harto de esperar taxis, sobre todo las noches, cuando salía de juerga con los amigos, pero a esas horas conseguir uno era misión imposible. Era de día, pero daba igual, ni un sólo taxi apareció para recogerles, asi que pasado un cuarto de hora decidieron tomar un autobús. El autobús tardó otros veinte minutos en llegar. Atravesaron un bulevar kilométrico. El paisaje que observaba la pitonisa por la ventanilla era desolador. Inmensos solares vacíos en los que se intercalaban unos pocos edificios tristes de ladrillo rojo, algunos abandonados antes de que terminaran de construirse, sin tejado, o desnudos con los cimientos de hormigón al aire.

- ¿Por qué no acabaron estos edificios? -preguntó la pitonisa al joven.
- La crisis. Hace cinco años muchas constructoras quebraron y dejaron sus proyectos a medio construir. Antes había grúas por todas partes por toda esta zona. Todos estos solares que ves entre la estación del AVE y el centro pensaban llenarlos de viviendas y oficinas, pero como te digo la crisis lo echó todo a pique. Los políticos suponían que la ciudad crecería con la llegada del AVE y se extendería hasta unirse con la estación, pero la crisis fue galopante. Qué pena.

En torno al 2011 España se hundió en una profunda crisis económica. El modelo de crecimiento basado en la construcción se vino abajo. Años antes un grupo de observadores internacionales había advertido de este riesgo al Gobierno, pero cuando tomó medidas ya era demasiado tarde para evitar la depresión. Los tipos de interés subieron hasta alcanzar un nivel en el que los millones de familias que habían comprado una vivienda no podían hacer frente a la hipoteca y se endeudaron. Los bancos bloqueron el acceso a sus cuentas y en las puertas de las sucursales se convocaron multitudinarias manifestaciones en las que sucedieron graves incidentes. Los violentos quemaban cajeros y reventaban los cristales a patadas. Muchos proyectos tuvieron que interrumpirse y miles de obreros perdieron su empleo. Constructores que en los años de bonanza habían amasado inmensas fortunas y distinción social sufrieron las consecuencias y al acaecer esta crisis se arruinaron. Medios de comunicación y otros negocios que habían adquirido se fueron a la quiebra.

"Frente a quienes practican la intolerancia, desprecian la convivencia, no respetan las instituciones ni las normas elementales de una ordenada libertad de expresión", Anselmo Cobirán advierte de que en este blog no se consentirán comentarios de carácter ofensivo.