Cornada a la audiencia
La audiencia de Castilla-La Mancha Televisión cae en picado. En octubre su cuota de pantalla o share descendió 1,2 puntos y en noviembre ha vuelto a bajar siete décimas más hasta situarse en un 11,3 por ciento.No me extraña. Cada vez que pongo este canal echan toros, casi a todas horas. Fiesta nacional por un tubo. Tubo catódico. Toreros y consejeros de la Junta, ese es el cóctel que vomita la pantalla. Olé la gracia.
Castilla-La Mancha echa por tierra un dineral para sostener esta televisión. Todo un despilfarro a cuenta de los contribuyentes en una comunidad de economía modesta. Una cadena manipulada con descaro por un Gobierno autonómico sin alternancia (el siguiente, por favor) que huele a populismo y necesita amasar votos rurales como agua de mayo.
Para colmo, este canal no apuesta por los talentos de la tierra. La producción propia es escasa y sus estrellas no son castellano manchegos, sino presentadores con cara conocida que poco vínculo tienen con esta región más allá de su jugosa nómina. Teresa Viejo e Irma Soriano, rubia y morena, ni nacieron aquí ni lo aparentan, tampoco Jesús Hermida o el macarra de Ramoncín, que campaba por esta cadena en sus primeras emisiones. Serán profesionales con una brillante reputación, no lo pongo en duda, pero a mí como espectador me cuesta identificarlos con esta comunidad.
Teresa Viejo cambia de registro. Doble personalidad para trabajar en distintas televisiones a la vez. En su programa 'Tal como Somos' de Castilla-La Mancha se codea con gente rústica en un decorado que recrea una plaza mayor, pero cuando presenta en Antena 3 se despoja de esa fachada pueblerina para conectar con un público más sofisticado.
Euskal Telebista cosechó un gran éxito que sobrepasó las fronteras del País Vasco con su corrosivo programa 'Vaya Semanita' que parodia la delicada política vasca con un desenfado inteligente que revienta el incómodo corsé de lo políticamente correcto. Castilla-La Mancha TV compra humor de importación que no se ríe de la política regional. Morancos y compañía. Como si no hicera gracia bromear sobre el presidente de la Junta y su corte de consejeros. Tabú.
Castilla-La Mancha echa por tierra un dineral para sostener esta televisión. Todo un despilfarro a cuenta de los contribuyentes en una comunidad de economía modesta. Una cadena manipulada con descaro por un Gobierno autonómico sin alternancia (el siguiente, por favor) que huele a populismo y necesita amasar votos rurales como agua de mayo.
Para colmo, este canal no apuesta por los talentos de la tierra. La producción propia es escasa y sus estrellas no son castellano manchegos, sino presentadores con cara conocida que poco vínculo tienen con esta región más allá de su jugosa nómina. Teresa Viejo e Irma Soriano, rubia y morena, ni nacieron aquí ni lo aparentan, tampoco Jesús Hermida o el macarra de Ramoncín, que campaba por esta cadena en sus primeras emisiones. Serán profesionales con una brillante reputación, no lo pongo en duda, pero a mí como espectador me cuesta identificarlos con esta comunidad.
Teresa Viejo cambia de registro. Doble personalidad para trabajar en distintas televisiones a la vez. En su programa 'Tal como Somos' de Castilla-La Mancha se codea con gente rústica en un decorado que recrea una plaza mayor, pero cuando presenta en Antena 3 se despoja de esa fachada pueblerina para conectar con un público más sofisticado.
Euskal Telebista cosechó un gran éxito que sobrepasó las fronteras del País Vasco con su corrosivo programa 'Vaya Semanita' que parodia la delicada política vasca con un desenfado inteligente que revienta el incómodo corsé de lo políticamente correcto. Castilla-La Mancha TV compra humor de importación que no se ríe de la política regional. Morancos y compañía. Como si no hicera gracia bromear sobre el presidente de la Junta y su corte de consejeros. Tabú.
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