Concejala hinchable
Yo ordeno y mando que en un Ayuntamiento
entre hombres y mujeres exista paridad
porque tanto varón allí es un aburrimiento
y el machismo, entre nosotros, una barbaridad.
Rubias o morenas, a mi me da igual,
que el alcalde elija lo que le apetezca
porque yo soy gran liberal
siempre que me obedezca.
Pero el alcalde me engañó
con un truco miserable
porque una mujer faltó
y compró una muñeca hinchable.
La muñeca concejala
al principio me confundió,
parecía de carne y hueso,
pero cuando fui a darle un beso
entre los brazos se me pinchó.
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