Carricondo y Júpiter. Los sueltos de Jover

El periodista y escritor José Luis Jover (nacido en Cuenca en 1946) es un cascarrabias y espero que no se enfade porque le dedico estas líneas para recomendar una de sus obras. Recuerdo cuando él estaba en activo en Radio Nacional de España y coincidíamos en una de tantas insustanciales ruedas de prensa con las que se ceba a los medios de comunicación local. A menudo refunfuñaba, irritado con la descarada impuntualidad de los políticastros que se presentan tarde a la cita, como si el tiempo de los periodistas que esperan fuese de pacotilla. Exprimo la memoria.

- ¿Qué le parece la cochambre que nos han dejado en la Plaza Mayor?

Los obstáculos para moverse por el Casco Antiguo de Cuenca le sacan de sus casillas. Sus preguntas a veces eran despiadadas. Dardos venenosos. Hace unos años el Museo Provincial estrenó directora y se convocó a la prensa para presentarla en público. Me imaginaba una mujer mayor con una cara solemne de bibliotecaria, pero me sorprendí al ver que la nueva directora era una atractiva joven vestida de negro con una ropa ajustada que resaltaba una figura esbelta. Un corro de prensa se formó a su alrededor y respondió preguntas previsibles que le hacían los periodistas, pero Jover se desmarcó del resto de sus compañeros con una pregunta inesperada sobre el yacimiento de las Hoyas. Estaba jugando y cuando el corro se deshizo confesó que la desconcertó a posta, aprovechando que era nueva, para divertirse. Por cierto, pocos meses después cambiaron a la directora del Museo.
Qué corra el aire entre política y prensa. Cuando se acerca la Navidad, la Junta invita a los periodistas a una cena en la comparten mesa y mantel con políticos, pero estas invitaciones a Jover le asquearon y se negó a ir a ellas por principio. Acaso sospechaba que con esas cenas se pretende seducir a la prensa con un humillante pedazo de pan. Su postura, ya sea orgullosa o digna, me dio que pensar.
En realidad apenas conozco a Jover. Rara vez charlamos, pero me acuerdo de una mañana en el Ayuntamiento, antes del comienzo de un Pleno, cuando surgió una conversación desigual sobre la polémica en torno a la Fundación Antonio Saura, desigual porque estaba mucho más puesto en el tema que yo, que por aquel entonces empezaba a trabajar en un periódico de Cuenca.
La carrera periodística de Jover arrancó en los setenta en el mítico diario "Pueblo", en el que permaneció hasta su desaparición. Llegó a Radio Nacional de España de Cuenca en 1985, después de dirigir un programa de TVE titulado 'Autorretrato'. Si tuviera que describir su carácter a primera vista afirmaría que es suspicaz, aunque eso de ser mal pensado en prensa me parece una forma de protección, un escudo anímico.
Jover es traductor de obras como "Tabaquería", del genio de las letras portuguesas Fernando Pessoa. Descubrí su currículum en la contraportada de uno de sus libros, publicado en 1999 por la editorial Tomebamba con el título "Sueltos (Breve diario de un periodista local)". Lo compré hace años en una librería que está cerca de a mi casa y estos días he vuelto a leerlo con mucho agrado. Conservaba el ejemplar en un sitio de privilegio donde fue a parar, en la repisa de mi cabecera, y en una noche de insomnio lo rescaté.
Un periodista que trabaje en Cuenca se sentirá protagonista al leerlo porque recoge situaciones comunes que soporta en el ejercicio de la profesión. El atracón de ruedas de prensa, el seguimiento del AVE, la pelea con el coche para moverse por el Casco Antiguo, las falta de fiabilidad de las fechas que ponen los políticos a una inauguración o la precariedad salarial salen a relucir en estos 'Sueltos' en los que se mencionan nombres tan familiares para la prensa conquense como Carricondo, el alcalde Cenzano o los concejales Jesús Cordente y José Luis Chamón.
Jamás había visto una graciosa comparación entre José Carricondo y el dios Júpiter hasta que leí este libro.
Ha sido una suerte que estos sueltos se publicasen porque Jover los acumulaba en una carpeta y su paso a la imprenta no estaba previsto. Su estilo lingüístico es de una sencillez elegante, sin adornos superfluos, claro y conciso, como corresponde a un género periodístico. El libro es también un homenaje al artista Fernando Zóbel, que retrata al autor en la portada. Zobel caricaturizó a Jover con su pelo de rizos alborotado, gafas, y las manos pulsando frenéticamente una máquina de escribir, en una pose intelectual.