Personalidad química
- ¡Viva el gobernador!
- Estás borracho. Déjame en paz.
- El gobernador lo sabe todo. Nos controla los movimientos. Desde que te levantas hasta que te acuestas. Incluso lo que sueñas.
- Cállate.
- No me da la gana. Veo todo con lucidez.
- Estás borracho, ya te lo he dicho.
- Me siento invulnerable.
- ¿Seguro? [le propina una bofetada]
- [ríe] Sí.
- Cuando se te pase la cogorza te dolerá.
- Pégame.
- Olvídame. ¿Qué has bebido?
- Te acuerdas de Stefi.
- Claro.
- Nos enseñó a hacer nuestra propia cerveza. Compramos unas cubas, unas emulsiones y ¡hop! tenemos cerveza a granel.
- Estás loco. Te puedes intoxicar. Llamaré al doctor del pueblo.
- Me duele la cara.
- Te lo dije. De invulnerable nada. El alcohol es muy malo.
- Qué rica estaba la cerveza. No me extraña que se nos acabase. No queda ni gota. Ni gota. Créeme.
- No, si te creo.
<< Home