Indefinido
- Tienes una legaña en el ojo.
- Me levanté tarde. De noche saltó la luz y se desconectó el despertador. Casi no llego. No me dio tiempo ni a lavarme la cara.
- Pasa por aquí. Es la primera puerta a la izquierda. No te vayas a confundir con el water.
- No seas ordinario, vale.
- ¿Qué pasa? Es el water. Se llama water. Te has vuelto de un finolis que pa qué.
- Da igual. Gracias. Allá voy.
- Mierda, me he metido en el water.
- Ya te avisé. Es la otra puerta.
- Gracias otra vez.
- Adelante.
- Soy yo.
- Ya te veo.
- Perdona, es que todavía tengo las sábanas pegadas a la cara.
- No te preocupes. ¿Lo has traído?
- Es lo que quería decirte. Lo he pensado mejor y creo que no deberías meterte en este lío.
- No digas tonterías. ¿Lo has traido o no?
- Toma. Primera calidad. Di mil vueltas por la mejor calle de Madrid para encontrar justo el que querías. No te puedes quejar. Es perfecto.
- Caray. Ni que llevase un tesoro. Me cuesta abrir la caja. Voy a coger el abrecartas.
- Te va a encantar.
- ¿Pero esto qué es?
- Es lo que tu pedías.
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