NUEVA TEMPORADA EN CHASQUIDOS. ANSELMO COBIRAN HA REANUDADO LAS PUBLICACIONES TRAS SU DESCANSO DE VERANO

viernes, octubre 21, 2005

En la sala negra

¿Dónde empezó el odio hacia la leguleya? El narrador se desentiende de la escena. Vuelve a desaparecer y se retira a meditar a las bambalinas, allí donde se reúnen todos y cada uno de los narradores que existen. Coinciden en enorme una sala cúbica de paredes negras con una larga mesa en el centro que les deslumbra. Unos toman asiento y se relajan en las cómodas butacas que están dispuestas alrededor del tablero, otros conversan en corrillo en una de las esquinas o vuelan por encima de la mesa porque los narradores son capaces de volar. Y vuelan sin alas.
El narrador se materializa en la sala y se encuentra con otros dos narradores más que son idénticos, exactamente iguales, pero entre ellos se diferencian como si no tuviesen absolutamente nada en común. Es uno de los misterios de la sala. Son como dos gotas de agua. Tienen el mismo rostro, afilado con una prominente nariz, un cuerpo enclenque. Huelen igual. Desprenden un olor a tierra humeda, el aroma de la vida.
El narrador está preocupado. De pronto siente remordimientos al ver como trata a la Leguleya. Pobre mujer, piensa, si ya tiene bastante con el destino que arrastra. Conoce su futuro, aunque en cualquier momento puede cambiarlo, pero prefiere olvidarlo.
- La conciencia me está volviendo loco -confiesa.

El narrador segundo, al que dirige una mirada ansiosa para que le alivie, saca de su bolsillo un yoyo y comienza a jugar con él. Sube, baja, sube, baja. La cuerda se enrolla en el carrete con suavidad. Sus manos controlar el movimiento de ascenso y descenso con sutileza. Cuando el yoyo está enrollado vuelve a guardárselo en el bolsillo y responde:
- Tu no tienes conciencia. Lo sabes.

"Frente a quienes practican la intolerancia, desprecian la convivencia, no respetan las instituciones ni las normas elementales de una ordenada libertad de expresión", Anselmo Cobirán advierte de que en este blog no se consentirán comentarios de carácter ofensivo.