NUEVA TEMPORADA EN CHASQUIDOS. ANSELMO COBIRAN HA REANUDADO LAS PUBLICACIONES TRAS SU DESCANSO DE VERANO

miércoles, diciembre 08, 2004

Entrevista exclusiva a Anselmo Cobirán

Por su despacho, un cuarto rústico de paredes encaladas con muebles de madera, nadie deduciría su oficio de escritor porque no se ve un libro por ninguna parte. Acaso sirva de pista una sobria mesa maciza donde gasta cientos de cuartillas, bañada de luz por una ventana con vistas panorámicas a un paisaje poblado de castaños de Salceda de Caselas, su tierra natal. Uno pregunta por curiosidad dónde guarda los ejemplares de sus propias obras y responde que están arriba, en el desván, metidos en cajas de cartón, pero no los enseña, quizá por pudor. Allí esconderá entonces su biografía cuando dentro de poco se publique por una editorial local con un título que mantiene en secreto. Estos gestos delatan un carácter tímido, pero en el trato personal destila amabilidad. ‘Chasquidos’ consigue en exclusiva una entrevista con Anselmo Cobirán, la primera que concede en su vida.

- ¿Por qué no me enseña sus libros?
- Suba a verlos si quiere, tiene mi permiso, pero no me obligue a tragar polvo desempaquetándolos.

- Me sorprende que no los tenga a mano.
- A mí no me gusta leer mis propias obras y de hecho intento no hacerlo. Sé que si les echo un vistazo encontraré un montón de defectos de los que arrepentirme y prefiero no pasar por ese mal trago. Cuando termino de escribirlas las releo una y otra vez para corregir, hasta cansarme, pero aún así siempre se escapan errores. Releerse a uno mismo me parece un ejercicio de vanidad que no es nada constructivo. Mis obras las guardé en el desván y ahí están bien.

- Es un misterio el título de su obra autobiográfica que lanzará proximamente una editorial local ¿Cuándo se desvelará?
- Cuando aparezca la primera edición, dentro de unos meses, aunque de momento no podría concretarle la fecha porque me imagino que el proceso será lento y aún acaba de comenzar. Me encanta el suspense (ríe).

- El título es un secreto compartido con el editor. ¿No tiene miedo que se le vaya la lengua antes de tiempo?
- Con el editor y con otras tantas personas más que han leído el libro antes de que pase por imprenta. Ocultar el título sólo es un juego, nada más, tampoco me procuparía que alguien lo airease a destiempo. Esta obra me entusiasma porque creo que puede entretener al lector, el título es lo de menos. Tampoco le di muchas vueltas.

- ¿A quién le encargó el prólogo?
- A nadie. Pensé en un conocido periodista que por su carácter parecía encajar en la obra, pero al final lo descarté. A fin de cuentas los prólogos no hacen más que demorar el comienzo del relato.
- Anselmo Cobirán es un nombre atípico. ¿De dónde procede?
- También pensaba que era raro, hasta que hace poco me enteré de que existían otras tantas personas que se llaman igual que yo.

- ¿En serio?
- Sí, de veras. Un simpático autor coruñés escribe sobre uno que hace siglos nació en Úbeda, Andalucía, pero por fortuna o por desgracia no tiene nada que ver conmigo. También me hablaron de un ex decano de un prestigioso colegio mayor de Santiago de Compostela que dedicó a los residentes un brindis en el que aludía a un antiguo poeta castellano que se llamaba como yo, pero con v en el apellido. Anselmo Covirán.

- Al volver de Portugal, donde vivió una década entera en Oporto, se instaló en Madrid y allí encontró trabajo y pareja, pero más tarde decidió regresar aquí, al sitio donde nació, a Salceda de Caselas. ¿Nostalgia?
- Cuando era joven abandoné Galicia para marchar a Portugal. Entonces no me costó porque a esas edades, todavía un adolescente, tenía muchos ideales y esperanzas de triunfar, aunque después de diez años me di cuenta de que mis planes se frustraron y volví a España. En ese momento podría haber cedido a la morriña, puesto que la sentía con intensidad, y regresar a Galicia, pero todavía me quedaban ambiciones y por eso corrí el riesgo de afincarme en Madrid. De todos modos al final la morriña pudo conmigo porque aunque en Madrid tuve más suerte, vivir en una gran ciudad, aunque me fascina, terminó por aburrirme y volví a casa.

- ¿Ha pensado en escribir en gallego?
- Se me ha pasado por la cabeza. El gallego es expresivo y sentimental, pero traiciona a quienes piensan en otro idioma. Recuerdo una vez que estaba cenando con un tendero adinerado. Llegaron los postres e intentó amenizar la velada contando un chiste en gallego que había escuchado a uno de sus dependientes, pero él hablaba siempre castellano y al imitarlo perdió toda la gracia. Cuando escriba en gallego le aseguro que pensaré en gallego para que no me pase lo mismo.

- En un pasaje de su libro se indigna con las obras expuestas en un museo de arte contemporaneo y cambia sus etiquetas para burlarse de ellas. Al retrato de una feminista que está colgado le coloca una que pone ‘A la cocina’. ¿Es lo que piensa sobre las feministas?
- Las feministas son unas resentidas. En realidad no reclaman igualdad, sino saciar la sed de venganza que sienten por sus complejos. Las feministas odian a las mujeres guapas. Eso lo dice todo.

- Generaliza.
- Todas caben en el mismo saco.

- ¿Su mujer que dice al respecto?
- Que no me olvide de cerrarlo para que no salgan afuera (risas). A mi mujer las feministas le parecen ridículas. Nadie ha hecho tanto por los derechos de la mujer como los hombres.

- ¿En qué está trabajando ahora?
- En las estaciones cálidas me siento más inspirado que ahora. En otoño y en invierno me veo más torpe para escribir, aunque no por ello dejo de hacerlo para no estancarme. Ahora mismo acabo de terminar un breve relato de menos de dos páginas que aparecerá publicado el 22 de diciembre en el especial de Navidad de un periódico local.

- ¿De qué trata?
- En un principio pensé en redactar un cuento para niños llamado ‘Jimmy Trombón’, pero sólo fue una intención, después barajé la posibilidad de escribir alguna historia relacionada con un motivo de la Navidad, como los juguetes, los dulces o cosas por el estilo, pero me pareció muy tópico. Esta muy visto todo eso, así que me decanté por un relato bélico.

- Bromea.
- En absoluto. Si no me cree compre el periódico el 22 de diciembre y saldrá de dudas. No tiene nada de extraño hablar de guerra en Navidad. Es un relato muy corto, ya le digo, sólo una página y media. Aparte, estaba escribiendo una historia sobre un matrimonio en crisis, pero me temo que la dejaré truncada. Algún fragmento aparecerá más adelante en ‘Chasquidos’.

- Dígame un titular para rematar esta entrevista.
- Me pone en un compromiso. Esa responsabilidad se la dejo a ‘Chasquidos’.

"Frente a quienes practican la intolerancia, desprecian la convivencia, no respetan las instituciones ni las normas elementales de una ordenada libertad de expresión", Anselmo Cobirán advierte de que en este blog no se consentirán comentarios de carácter ofensivo.