Trasto
De rasgarse su entraña inerte,
si arrancado a rosca
se extirpara cada tornillo,
un dichoso ingenio despediría
visto así al desnudo
el tufo de la vergüenza.
Cuando el apagón nuble
una constelación de ventanas
el día que las tinieblas
eclipsen en los caminos
una hilera de farolas.
No bien en un campanario
espante atascada
la manecilla del reloj
y el vaho de angustia
empañe el vagón de metro
en el túnel prisionero.
Entonces furiosa humanidad
a una maldecirá toda esa
maquinaria, artilugio,
trasto.
anselmocobiran@yahoo.es
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